15 Sep
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El radiador de nuestro coche es una pieza fundamental de su buen funcionamiento. Sin él, algo tan vital como la refrigeración del motor no podría mantenerse y pronto se estropearía irremediablemente. Pero lo que no hay que olvidar es que el radiador solo es uno de los componentes del sistema de refrigeración. Se trata de un circuito lleno de piezas y recovecos donde se puede acumular la suciedad. Por eso, en este artículo te vamos a enseñar cómo mantener el radiador en perfecto estado.

Con el paso del tiempo el radiador de un coche empieza a perder capacidad de refrigeración debido a la suciedad acumulada por dentro y por fuera. La de su interior impide que el calor se transmita adecuadamente del anticongelante al radiador, además de dificultar o impedir la circulación del líquido. La suciedad exterior impide que el aire entre en contacto con el radiador para bajar su temperatura.


Así como otras piezas de nuestro motor, el radiador requiere un mantenimiento periódico. Un plazo de uno o dos años es el adecuado para efectuar su limpieza. Además, cambiar el anticongelante también es recomendable, no porque pierda sus propiedades contra la congelación o como refrigerante. Lo que le puede ocurrir es que los compuestos que evitan la corrosión de las piezas pierdan efectividad y el circuito se vaya deteriorando con el tiempo. 

Tenga en cuenta que el recalentamiento en marcha, no afecta solo el funcionamiento del radiador sino también a otras partes del vehículo, por lo que es bueno estar alerta para detectar todos estos problemas a tiempo


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